Un equipo de expertos ha estudiado los datos de 103 trabajos científicos anteriores sobre la carne roja y la nutrición, cuyos resultados han sido recopilados en el estudio Los problemas de micronutrientes en todo el espectro de edad: ¿Qué papel cumple la carne roja en la dieta?, publicado en el Boletín de Nutrición de la Fundación Británica para
la Nutrición. Los investigadores aseguran que la inclusión de carne
roja como un elemento básico de la dieta, cualquiera que sea su edad,
puede ayudar a reducir la brecha entre las ingestas recomendadas de
minerales esenciales y las tasas actuales, más bajas en muchos casos, al
tiempo que ayuda a estimular el sistema inmune y la función cognitiva.
La dietista doctora Carrie Ruxton, co-autora del informe, explica:
"La carne ha jugado un papel central en la dieta humana y es ahora
reconocida como una importante fuente de proteínas de alta calidad y
micronutrientes esenciales. La investigación indica que incluso en
países desarrollados como el Reino Unido, con un suministro de alimentos
abundante, hay evidencia del bajo consumo de vitaminas y minerales
esenciales que apoyan la salud a largo plazo. Hay que destacar que
muchos de estos elementos están presentes en la carne roja, tales como
hierro, vitamina A, vitamina D, selenio, magnesio, potasio y zinc”.
“La integración de carne roja en la dieta en todo el espectro de
edades, desde la infancia a la vejez, puede ayudar a reducir el
desequilibrio con la ingesta recomendada. Además, hay pruebas de que los
nutrientes que se encuentran comúnmente en la carne roja pueden jugar
un papel en el desarrollo de la función cognitiva, la salud inmune, y
tratar la deficiencia de hierro”.
"Las cantidades moderadas de carne roja magra proporcionan una amplia
gama de nutrientes importantes, sin aumentar sustancialmente la ingesta
de energía y grasa saturada. Cuando se consume en cantidades moderadas,
como parte de una dieta equilibrada, la carne magra es poco probable
que aumente el riesgo de enfermedades crónicas, pero sin embargo
proporciona una importante fuente de micronutrientes. Además, las
personas que comen carne magra con regularidad tienden a comer más
verduras, frutas, productos lácteos bajos en grasa y tienen una mayor
ingesta de nutrientes en general, lo que sugiere que la inclusión de la
carne roja no desplaza otros alimentos importantes”.
El documento, financiado a través del programa carne y salud de EBLEX
y BPEX, mostró beneficios de carne roja para los individuos a través de
las "siete edades":
Bebés y niños en edad preescolar: Los estudios muestran que las dietas de este grupo de edad son bajas en vitamina A, vitamina D, hierro, zinc.
Pre-púberes: Las dietas resultaron ser bajas en
vitamina A, magnesio, hierro y zinc. Los niños tienden a tener un mayor
consumo de hierro y tiamina que las niñas.
Adolescentes (13 a 18 años): Las dietas son bajas
en muchos nutrientes clave, incluyendo la vitamina A, vitamina D,
hierro, magnesio, zinc, selenio y potasio.
Adultos en edad reproductiva (19-50 años): Las
dietas, especialmente para las mujeres, se quedan cortas en magnesio y
hierro, así como zinc, selenio y potasio.
Embarazo y lactancia: La media de las mujeres no obtiene suficiente calcio, magnesio, hierro, yodo, selenio y potasio y vitamina D.
Mediana edad y edad avanzada (50 años y más):
Mientras que este grupo tiene una dieta de mayor calidad, aún existen
deficiencias en la ingesta de magnesio, zinc y potasio.
Mayores de edad (75 años y más): Los datos
muestran que en los adultos mayores de 85, la ingesta de magnesio, zinc y
potasio están por debajo de la ingesta recomendada de nutrientes.