Incorporar a nuestra dieta diaria los alimentos de temporada
más adecuados a cada época del año es la mejor forma de garantizar que
nuestro organismo recibe regularmente los saludables componentes que
aportan unos productos que, justo en esos momentos, se encuentran en sus
mejores condiciones de frescura, además de contribuir al mantenimiento
de una agricultura sostenible y a la protección del medio ambiente.
La Fundación Dieta Mediterránea, cuyo objetivo fundamental es el de
preservar el estilo de vida que compartimos los pueblos mediterráneos
desde hace miles de años, recomienda los siguientes alimentos como los
más adecuados para consumir a lo largo de este mes de febrero.
Frutas
Fresa, Fresón, Kiwi, Limón, Mandarina, Manzana, Naranja, Plátano y Pomelo.
Verduras y hortalizas
Acelga, Ajo, Alcachofa, Apio, Berenjena, Brócoli, Calabacín, Cardo,
Cebolla, Col Lombarda, Coliflor, Endibia, Escarola, Espárrago verde,
Espinaca, Guisante, Haba, Judía verde, Lechuga, Nabo, Pepino, Pimiento,
Puerro, Rábano, Remolacha, Repollo, Tomate y Zanahoria
Pescados y mariscos
Angula, Bacalao, Berberechos, Besugo, Caballa, Camarón, Carpa, Fletán,
Cigala, Langosta rosa, Lamprea, Liba, Lubina, Mejillones, Mero,
Palometa, Perca, Ostras, Salmón, Tiburón, Trucha y Vieiras.
Carnes
Becada, Cerdo, Cochinillo, Codorniz, Conejo, Conejo de monte, Cordero,
Criadillas, Faisán, Gallina, Hígado, Jabalí, Liebre, Mollejas, Pato,
Pavo, Perdices, Pollo, Ternera, Vaca y Venado.