A pesar de haberse enfrentado a los casos más variados, singulares y
duros hasta el momento, Alberto Chicote sigue sin dejar de sorprenderse
en cada nuevo caso de 'Pesadilla en la cocina'. En esta ocasión, el chef
tendrá que tirar de infinita paciencia para no abandonar su nuevo reto,
el madrileño bar de tapas La Barrica, cuya cocinera impone su
arbitraria ley sobre tres entrañables dueños que no son capaces de poner
orden en el negocio. Además, su fanatismo incondicional por el chef
Chicote la hará protagonizar inolvidables escenas en una cocina en la
que reina el caos, además de un emotivo y romántico final de programa.
Después
de más de 40 años trabajando en bares y restaurantes, siempre como
empleados y al servicio de un jefe, tres familiares veteranos de la
hostelería deciden hacer realidad el sueño de toda una vida: poder
regentar su propio negocio, La Barrica. Un bar de tapas en la ciudad
universitaria de Alcalá de Henares. Se acabó el trabajar para otros.
Aparentemente todo parece estar bien pensado, ya que los tres cuentan
con una enorme experiencia como camareros, maitres y jefes de sala. Sin
embargo, en menos de un año La Barrica parece estar condenada al
fracaso. A pesar de las ganas, los tres socios y dueños del negocio son
incapaces de ejercer autoridad y se pierden continuamente entre antiguas
manías, viejas costumbres que ya no sirven y un descontrol que ha
dejado un enorme vacío de autoridad.
Pero el problema mayor se
centra en la cocina. Aprovechando este vacío de poder, la caótica,
singular y apasionada cocinera ha tomado el poder y ahora nadie puede
arrebatárselo. La explosiva Cristina rompe la vajilla tirándola al suelo
cada vez que las cosas no están a su gusto. Desobedece las órdenes de
los tres socios, abandona la cocina en mitad de los servicios y reina
sin impunidad. Además, a pesar de ser rápida y tener capacidades, su
falta de formación hace que los platos que elabora no sean de calidad.
La Barrica se convierte a diario en un auténtico y continuo caos y tal
desorganización está arruinando el sueño de toda una vida de los tres
veteranos dueños.
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