viernes, 22 de noviembre de 2013

Aprender a comer con algo menos grasas saturadas

El cambio de hábitos en nuestra vida se ha traducido en un cambio en nuestra alimentación. Cada vez las grasas tienen más presencia en nuestra dieta, se come más, pero no mejor. Todo ello, unido al sedentarismo, provoca que los niveles de obesidad se estén acercando al de países como Estados Unidos y que aumente el riesgo de problemas cardiovasculares.
Estos son algunos de los temas planteados por los participantes en el I Taller sobre Alimentación y Salud organizado por Marbú Effective y la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).

“Cuando superamos el 7% de ingesta diaria de grasas saturadas, por cada 1% que excedemos de estas grasas, aumentamos un 3% en el riesgo de mortalidad cardiovascular”, explica el Dr. Javier Aranceta, presidente de la SENC y profesor de la Cátedra de Pediatría de la Universidad del País Vasco, al respecto de la relación entre grasas y salud.

La mitad de lo que comemos debería ser de origen vegetal

De hecho, estudios recientes demuestran que España casi duplica el consumo recomendado de grasas saturadas. Según datos del estudio de J. Valdés 2009, el 80% de la población ingiere a diario más grasas saturadas de lo recomendado, en concreto un 12% frente a la cantidad recomendada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Alimentación (AESAN) de mantener el consumo por debajo del 7%.

Por su parte, la nutricionista Joy Ngo, especializada en Salud Pública por la Universidad de Boston e investigadora del Parc Cientific de Barcelona, recomienda que “la mitad de lo que comemos debería ser de origen vegetal”.

Las raciones ideales

Joy Ngo añade que “también hay que tener en cuenta las raciones que ingerimos. Para un plato de arroz cocido, el volumen adecuado sería el de 2 puños de la mano cerrados o en el caso del queso curado o semicurado, la cantidad ideal sería el tamaño de dos fichas de dominó juntas, y si es fresco el doble”.

30 minutos de ejercicio físico al día

Además de una buena nutrición, los expertos recomiendan realizar actividad física al menos 30 minutos al día, controlar el peso corporal y ajustar el total de grasas por debajo del 35% (menos del 1% de trans y menos del 7% de saturadas). “La mayor parte de las grasas trans que consumimos no proceden de la naturaleza y de ahí que al organismo les cueste metabolizarlas. Por eso es importante evitarlas”, señala el presidente de la SENC.

Fraccionar las comidas

Como consejos prácticos, los expertos aconsejan fraccionar las comidas y a media mañana o a la hora de la merienda consumir un snack saludable. “Se pueden tomar galletas bajas en grasas saturadas complementándolas con una fruta y/o un yogur desnatado. Así estamos aportando los hidratos de carbono necesarios para el organismo y otros nutrientes de interés como vitaminas, minerales y proteínas”, indica el Dr. Aranceta.

Productos más sanos, sin renunciar al sabor

En este sentido, Cristina Maldonado, doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Barcelona y responsable de Nutrición de Artiach comenta que “los consumidores cada vez demandan productos más sanos sin renunciar al sabor” y subraya que “en el futuro el I+D será clave en el desarrollo de productos saludables”.

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