Los alimentos de temporada, incluidos como
protagonistas en nuestra dieta diaria, son la mejor forma de garantizar
que nuestro organismo recibe regularmente los saludables componentes que
aportan unos productos que, justamente en esos momentos, se encuentran
en sus mejores condiciones de frescura y adecuación a la época del año.
Sin olvidar, además, que con su consumo estamos contribuyendo
activamente al mantenimiento de una agricultura sostenible y a la
protección del medio ambiente.
La Fundación Dieta Mediterránea, cuyo objetivo fundamental es el de
preservar el estilo de vida que compartimos los pueblos mediterráneos
desde hace miles de años, recomienda los siguientes alimentos como los
más adecuados para el mes de noviembre que acaba de comenzar.
Frutas Aguacate, Caqui, Chirimoya, Granada, Kiwi, Limón, Mandarina, Mango, Manzana, Naranja, Pera, Plátano, Pomelo y Uva.
Verduras y hortalizas: Acelga,
Ajo, Alcachofa, Apio, Berenjena, Brócoli, Calabacín, Calabaza, Cardo,
Cebolla, Col lombarda, Coliflor, Endibia, Escarola, Espinaca, Guisante,
Judía verde, Lechuga, Nabo, Pepino, Pimiento, Puerro, Rábano, Remolacha,
Repollo, Tomate y Zanahoria.
Pescados y mariscos: Berberechos,
Besugo, Camarón, Carpa, Cigala, Congrio, Dorada, Fletán, Gamba rosada,
Gamba gris, Liba, Lubina, Mejillones, Mero, Nécora, Ostras, Palometa,
Perca, Pez espada, Salmón, Salmonetes, Tiburón, Trucha y Vieiras.
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