Las exportaciones españolas de vino marcan un nuevo récord histórico
con 2.627 millones de euros obtenidos en los últimos doce meses hasta
noviembre, gracias a la recuperación de los vinos a granel, unida a la
buena marcha de las ventas de vinos con Denominación de Origen
envasados.
La evolución de los principales trece países compradores de vino muestra —según informa el Observatorio Español del Mercado del Vino—la
misma tendencia del comercio mundial del año 2013: menos vino
comercializado pero algo más caro, lo que obliga en la mayoría de los
casos a gastar algo más en euros por su adquisición. En este contexto, a
los vinos españoles les queda aún mucho camino por recorrer, sobre todo
en valor y en la categoría de vinos envasados, donde sin embargo se
observa una mejoría en los últimos doce meses hasta septiembre.
El mes de noviembre, con ligero crecimiento en valor (1,2%) y caída en volumen (1,4%), presenta datos menos buenos que los vistos para los tres meses anteriores. Durante este mes, caen los vinos envasados sin denominación de origen, mientras se recuperan los graneles, a precios algo menores
A pesar de ello, las exportaciones españolas de vino alcanzaron a noviembre del pasado año un importe interanual de 2.627 millones de euros, en línea ascendente y continuada desde finales de 2009.
El mes de noviembre, con ligero crecimiento en valor (1,2%) y caída en volumen (1,4%), presenta datos menos buenos que los vistos para los tres meses anteriores. Durante este mes, caen los vinos envasados sin denominación de origen, mientras se recuperan los graneles, a precios algo menores
A pesar de ello, las exportaciones españolas de vino alcanzaron a noviembre del pasado año un importe interanual de 2.627 millones de euros, en línea ascendente y continuada desde finales de 2009.
Mas competitividad para los envasados
Los
vinos envasados no espumosos suponen el 73% del total de las compras de
vino en los principales mercados mundiales y, entre ellos, la cuota de
los productos españoles sube hasta el 8,3% a septiembre de 2013.
Los grandes compradores mundiales adquieren durante los últimos doce meses hasta septiembre algo más de espumoso —el único vino que bajó de precio aunque de forma muy leve—, una cantidad estable de envasado y menos vino a granel, encarecido sensiblemente.
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