sábado, 26 de octubre de 2013

¿A los consumidores europeos les preocupa el riesgo alimentario?

Entender las barreras actuales para la comunicación de riesgos y la difusión de información en torno a los beneficios de los alimentos, son los objetivos del proyecto FoodRisC Percepción y Comunicación del Riesgo, financiado por la Comisión Europea.

Entre las conclusiones generales del proyecto, recogidas por Elika, Fundación Vasca para la Seguridad Alimentaria, se deduce que en las crisis alimentarias, en general, tanto los expertos como las partes interesadas asumen que las situaciones de riesgo "no siempre se pueden evitar", mientras que los consumidores perciben las alertas alimentarias como situaciones que "podrían y deberían ser evitadas".

Los consumidores perciben que los riesgos alimentarios son producto de la acción del hombre en uno o varios eslabones de la cadena alimentaria. A la hora de valorar los alimentos, otorgan mayor relevancia a criterios como los beneficios para la salud y el valor nutricional de los mismos, a la vez que consideran importantes criterios como los sociales, económicos, medioambientales y éticos, aunque les otorgan menor importancia que los dos anteriores.

Se asocian las crisis alimentarias con: la presencia de contaminantes, la falta de organización, el impacto social —consecuencias negativas para la salud de la población, retirada de productos o muerte de algún afectado—, impacto negativo en los consumidores —escasez de alimentos— o con un acontecimiento inesperado y el interés de los medios de comunicación.

Y finalmente identifican a los periodistas, a los medios de comunicación, como actores de gran importancia, no sólo en la difusión de información sino porque son parte activa en la interpretación y valoración de los acontecimientos.

Las fuentes de información. 

Para informarse utilizan dos vías: Los medios de comunicación tradicionales (prensa y TV) e Internet. En caso de alerta alimentaria, la TV es el medio preferido por la mayor parte de los consumidores como fuente de información. En cuanto a Internet, las fuentes más utilizadas son las que proporcionan los principales buscadores en Internet (Google,…).

Cuando buscan información adicional sobre algún acontecimiento en seguridad alimentaria, no suelen utilizar las Redes Sociales. Por el contrario a lo que manifiestan, visitan páginas web No-Oficiales (contenidos creados por usuarios –bloggers, etc.) y rara vez visitan páginas web de instituciones oficiales relacionadas con la Seguridad Alimentaria (agencias, asociaciones de consumidores,..). 

Reacciones a la crisis de ADN de caballo

Para obtener datos sobre lo que realmente preocupaba a los consumidores europeos, los analistas de FoodRisC analizaron la respuesta de los consumidores irlandeses frente al incidente de la aparición de DNA de caballo en carne preparada de vacuno y porcino, este mismo año 2013.

La principal conclusión fue que los consumidores se preocupaban principalmente por que los ingredientes declarados en el etiquetado no correspondían con la composición del alimento.

De hecho, al inicio del incidente no se apreció preocupación por la salud, sino que muchos de los consultados en el estudio estaban interesados por las causas de incidente y por la tardanza de los análisis realizados a las hamburguesas afectadas.

Como parte final del proyecto, el grupo de trabajo de FoodRisC ha creado un centro de información online que aúna documentación (estrategias de comunicación, FAQs,…) y herramientas (Guías, estudios, etc..) para facilitar una comunicación efectiva y equilibrada sobre Riesgos Alimentarios.

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